Normalmente, el encriptado se realiza con un tamaño de clave estático, por ejemplo, 1024 bits, 2048 bits, 4096 bits, etc. Sólo utilizamos claves con la longitud de números primos seguros, por ejemplo, 5717 bits. En uno de nuestros proyectos de investigación, resultó que las claves son especialmente difíciles de descifrar si contienen la longitud de números primos. Las grandes agrupaciones de hackeo de claves por fuerza bruta no son optimizables para estos tamaños de claves modificadas. Nuestras plataformas VPN utilizan claves generadas dinámicamente con números primos de entre 5000 y 8000 bits. Esto significa que un equipo de fuerza bruta debe determinar el nuevo tamaño de la clave después de cada intercambio de claves, ajustarse a él y luego tiene un máximo de 24 horas para calcular la nueva clave generada.